lunes, 2 de mayo de 2016

A propósito de la revisión de la vida y obra de Florence Nightingale

Hasta ahora las revisiones sobre la vida y obra de Florence Nightingale parece que apenas han dañado la imagen que de ella se tenía. Un análisis más profundo de las fuentes utilizadas hasta ahora, junto con otras nuevas, muestran que gran parte de esa reputación tiene su base en los mitos que creó la prensa popular durante la guerra de Crimea y la biografía de E. Cook que fue encargada por la familia tras su muerte (The life of Florence Nightingale).

La literatura apologética continuó con la obra de Woodham-Smith, Florence Nightingale 1820-1910, que se publicó en 1950, después de la segunda guerra mundial, en el momento en el que Gran Bretaña necesitaba “héroes”. Tuvo tanto éxito que fijó la imagen de Nightingale durante décadas.

El trabajo de Keith Williams, investigador del Wellcome Trust Centre for the History of Medicine, publicado hace unos días en el British Medical Journal, señala que debería revisarse su biografía y sus aportaciones en el contexto social de su época. Parece que no está claro su papel en el impulso de la reforma y desarrollo de la medicina militar en la época victoriana. Es más, podría ser todo lo contrario, es decir, obstaculizador.

El trabajo proporciona interesantes argumentos y pistas que conducen a una necesaria revisión. Para quien quiera conocerlos con detalle remitimos al lector al artículo. No obstante, algunas de esas revisiones pueden llevarnos a la situación contraria, creando una imagen en negativo, pero igualmente falsa.

Creemos que el caso de Florence Nightingale no es el único y que la historia está repleta de ejemplos parecidos. El papel de la prensa y de ciertos “estudiosos” que crean biografías a medida, contribuye a crear falsos mitos. El fenómeno sigue produciéndose en la actualidad donde los medios de comunicación y de propaganda son mucho más potentes. Tampoco hay que olvidar en esta misma línea a los personajes que construyen en vida una falsa biografía de sí mismos sin que nadie se atreva a desmentir ninguno de los hechos falsos o edulcorados. Con el tiempo estos mitos calan y la sociedad acaba por legitimarlos.

El género biográfico es muy difícil. No está de más revisar las biografías de las personas que creemos que han hecho grandes aportaciones en el terreno de la ciencia y la práctica médica. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que cada época buscará nuevas fuentes e interpretará lo ya escrito desde la perspectiva del tiempo propio, con unos conocimientos, valores, actitudes, etc. diferentes al de la época de la persona estudiada. Es comprensible, no podemos abstraernos totalmente de nuestro tiempo.

En nuestro campo las biografías apenas cambian porque no se dedica tiempo a estudiar de forma profunda a los personajes y todo lo que les rodea. Las que primero se escribieron van fijándose y constituyen siempre el material de partida de las sucesivas, que apenas introducen modificaciones de enfoque o de contenido.

Referencias:
Artículo: Keith Williams, Reappraising Florence Nightingale, BMJ 2008;337:a2889.
Libro mencionado: Cook, E., The life of Florence Nightingale. London, Macmillan, 1913.

Libro mencionado: Woodham-Smith C. Florence Nightingale 1820-1910. London: Constable, 1950.

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